Mi viejo vive en el delta del Tigre. Hoy me junté con él y mi hermano a comer en la guardería de lanchas en la cual él amarra su botecito. Puedo decir que la pasé excelente. Fue un almuerzo hermoso, al lado del rio, que no estaba feo ni oloroso acompañado de dos personas que representan mucho para mi. Comimos, tomamos unas cervecitas y por sobre todas las cosas hablamos, y sin pelear. Algo que pocas veces sucede. Mi hermano hacía chistes, y mi viejo contaba anécdotas muy divertidas. No fueron las típicas pelotudeces. No. Hablamos de la vida, del amor, y de la forma que tenemos de enfrentar nuestros quilombos. Somos tres Efes, y ahí se notó. Claro que por ser el menor soy un poco diferente a mi hermano. Él se parece mucho a jovie (lo cual no es malo, sólo "es"). Mientras comiamos un heladito (notablemente rico) me hablaban de las mujeres de su vida. Fue un poco doloroso notar que mi papá no habia cumplido el mismo rol con los dos. Tenemos diferentes experiencias en relación a él. Ojo, se que no es malo. Es más, creo que es bueno. Al menos yo hoy me puedo quedar con lo mejor de él, con sus mejores chistes, sus mejores cuentos, sus mejores sonrisas. La puta madre, cuando se vaya lo voy a extrañar tanto...
Con el tiempo logré perdonar y estoy en camino de aceptar mi sangre. Esto es lo que hay. Y la concha de la lora, no es tan malo. Pasé tantos años adoptando familias ajenas y por fin puedo disfrutar de la mia, que nunca me abandonó.
Update: Suena dramático, pero en realidad estoy feliz. Hacía mucho que no me sentía así. Menos mal que pude. Ojalá me salga más seguido...